PASO 1

Lo primero que vamos a preparar es la base de la tarta.

Ponemos en la picadora un paquete y medio de galletas maría.

PASO 2

Mezclamos las galletas picadas con la mantequilla a temperatura ambiente desde la noche anterior.

PASO 3

Ponemos la mezcla en el fondo del molde y con una lengua nos ayudamos para ir nivelando bien toda la masa. Lo metemos en la nevera.

PASO 4

Ponemos en un recipiente la gelatina a hidratar 7 min.

PASO 5

Mientras tanto ponemos en el vaso de la batidora la leche condensada, agregamos 150 ml de zumo de limón y el zumo de una lima.

Agregamos también la ralladura de un limón y de una lima.

PASO 5

Ponemos en un par de dedos de agua caliente las gelatinas hidratadas, lo disolvemos bien con una cuchara y una vez que esté disuelto, lo agregamos al vaso de la batidora.

Batimos todo bien.

PASO 6

Incorporamos toda la mezcla en el molde.

Damos unos golpecitos para asentarla bien, lo cubrimos con papel aluminio y lo metemos al frigorífico cuatro horas.

PASO 7

Pasadas las cuatro horas, ponemos a hidratar dos hojas de gelatina neutra.

En un cazo ponemos a calentar sin que llegue a hervir 100 ml de zumo de limón, el azúcar y el agua, vamos removiendo y apagamos cuando el azúcar esté disuelto.

Le ponemos colorante alimentario amarillo, poco a poco porque depende de la marca necesitará más o menos.

Introducimos las gelatinas hidratadas y removemos bien hasta que se deshaga. Dejamos templar 5 minutos.

PASO 8

Incorporamos esta mezcla al molde y lo dejamos en la nevera, esta tarta como esta rica es bien fría asique os aconsejo dejarla en la nevera de un día para otro.

Pero el mínimo para que haya cogido bien el frio son otras cuatro horas de nevera.

PASO 9

Desmoldar, decorar con unas flores comestibles y ¡A disfrutar!